Su calma era bella. Había, a veces, dudas. La aprehensión de un peligro potencial. Porque el hombre moderno ha quizá olvidado ese instinto de supervivencia. Enfrentarse a un peligro. O quizá no, los sentidos están todavía ahí, solamente menos afilados que en otro instante pasado. La confianza. Es maravillosa la confianza entre dos seres. "Lâcher-prise". Ese combate contra el ego que querría controlarlo todo. Aceptar una debilidad. Un handicap. Estar en una posición de vulnerabilidad es una cosa. Aceptarlo y no pensar en remediarlo, es otra. Y en este caso, no es por miedo, por falta de coraje o de confianza en sí mismo. Es simplemente por confianza, el saber que alguien está ahí para nosotros. Esa especie de abandono...
Sábado 14 de Septiembre 19:20h - Parque Santa Ana (Ayuntamiento)